21 abril 2012

Otra vez

Otra vez aquí. De nuevo esa presión sobre el pecho, la rodilla que se empeña en hacer de mi pie un telégrafo pidiendo auxilio inconsciente. Los labios secos. El mundo ha ido desdibujándose, lo que hace unos días era importante ahora son compromisos que rellenan huecos. ¿Quién era yo? ¿Estaba empezando a ser alguien? Quizá comenzaba a formar un núcleo, quizá todo estaba empezando a ir bien. ¿Te llamé por eso? Seguro que te llamé por eso. ¿Por qué lo cogiste tú? ¿Estabas también huyendo de algo?, de algo bueno que no concibes, o de algo malo  que te asusta también. quizá sean lo mismo. ni tú lo sabes.

Yo sólo puedo suponer, hacer un malabar autista con mi mente y colocarme bajo tu piel hipotética. una piel inaccesible,.. Herméticamente sellada por el bien de los demás, ¿verdad cariño? Porque las mentiras si son piadosas están justificadas, porque no está bien hacer sufrir a la gente si se puede evitar. no es así mi amor? Somos todos débiles e indefensos, las verdades es mejor que las guardes tú bajo llave, no vaya a ser que las encontremos y nos hagamos daño gestionándolas. No vaya a ser que notes la culpa, no se vaya a escapar algo a tu control. Y se desate tormenta. Tormenta en las convicciones que te permiten mirarte al espejo por las mañanas. Consecuencias, de tus propios actos.

Tú elegiste castigarte el temple, comprar la inmunidad diplomática para el alma, te hagan lo que te hagan. Lo haga quien te lo haga. Relativiza y resbala. estoy segura que ése es tu método. pero los demás no nos hemos clavado alfileres a posta en el corazón para que no nos duelan los tuyos. El silencio es también una forma de maltrato si le has prometido música a una melómana adiccta.

Y lo sabes, y eso es lo que más me turba. Que bajo tanta palabra, uses el silencio para herirme, un silencio vacío, que sólo implica algo para quien quiere ver la implicación. pero que nada demuestra, nada define. Y puedes luego aliviar con tu mera presencia, sin que nadie pueda poner un dedo sobre esa yaga, que tú no me has infligido.  Ha sido cosa de ese silencio, se ha macerado ella sola. Al fin y al cabo, tú estabas ausente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario